De acuerdo al informe de la comisión EAT- Lancet, el consumo adecuado de proteínas para un adulto es de 0,8 g/k peso, lo que corresponde a 56g para un adulto de 70 kg. Pero, ¿cómo podemos obtener esas proteínas? ¿Cuál es la mejor y más segura fuente para poder obtenerlas?
Podemos encontrar diferentes fuentes de proteínas para nuestra alimentación. Dentro de ellas se encuentran las carnes, lácteos, pescados, huevos, legumbres y semillas. Todos ellos son altos en proteínas.
Cuando se habla de calidad de las proteínas, se hace referencia a su efecto en el ratio de crecimiento celular, es así como se ha llegado a la conclusión que las proteínas de origen animal presentan mejor calidad en comparación con las proteínas vegetales, esto debido a su composición de aminoácidos. Esta calidad es importante para los infantes, niños menores de 2 años, y para adultos mayores que se encuentran perdiendo masa muscular. Sin embargo, una combinación de aminoácidos que estimulan al máximo la replicación celular y el crecimiento no es óptimo durante la mayor parte de la vida adulta del ser humano, ya que esta rápida replicación incrementa el riesgo de cáncer.
En el estudio al que estamos haciendo referencia, se realizó análisis de distintas investigaciones donde se concluye que dietas vegetarianas, veganas, pescetarianas, o semi vegetarianas presentan un 12% menos riesgo de mortalidad que las omnívoras. En este contexto, las dietas basadas en plantas llevadas de forma saludable presentan una asociación inversa y lineal con riesgo de sufrir diabetes tipo 2 y enfermedades coronarias.
El consumo de carnes procesadas fueron asociadas con riesgo aumentado de muerte por enfermedades cardiovasculaes, las carnes rojas no procesadas también presentan asociación con mortalidad por enfermedad cardiovascular aunque ligeramente en menor grado. Además, este tipo de carnes presenta riesgo aumentado de infarto y diabetes tipo 2.
Junto con esto, la Agencia de Investigación en Cáncer basádondose en la evidencia para cáncer colorectal, determina que las carnes rojas procesadas son carcinogénicas tipo 1, y las carnes rojas no procesadas como carcinogénico tipo 2. Además, se le atribuye asociaciones a otros tipos de cáncer presentando riesgo elevado de cáncer de mama.
La comisión concluye en este aspecto, que debido a que el consumo de carnes rojas no es esencial y se encuentra relacionado de forma lineal a mortalidad y otros riesgos para la salud en poblaciones que la han consumido por años, que el consumo óptimo debiese ser 0 g/día, especialmente si se le reemplaza por fuentes vegetales de proteína. Sin embargo, como es impreciso el cálculo de riesgo para bajas cantidades, se otorga un rango de 0 a 28 g/día, dando un promedio de 14 g/día.
En el caso de las proteínas vegetales, al consumirlas como reemplazo de fuentes animales, se asoció a una reducción substancial de la mortalidad. Junto con esto, diferentes revisiones bibliográficas indican que para niños mayores de 2 años, una dieta vegetariana balanceada puede ser perfectamente saludable.
Fuente: Food in the Anthropocene: the EAT–Lancet Commission on
healthy diets from sustainable food systems. Lancet 2019; 393: 447–92
Published Online
January 16, 2019
http://dx.doi.org/10.1016/
S0140-6736(18)31788-4
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